La Nación, 17 de enero de 2005 | Publicado en edición impresa |
PUNTA DEL ESTE.- La convocatoria de la anteúltima noche dejó a buena parte del auditorio de pie. La expectativa que despertó en esta ciudad la presentación del pianista Bebo Valdés superó lo estrictamente jazzístico. Su fama en sostenida alza y su talento fueron el motivo para que más de mil personas asistiesen a este encuentro con una leyenda del caribe: "El caballón", como llaman a los grandes en la isla. Ni la fresca noche ni los sesenta dólares de la entrada le quitaron calor a la jornada que comenzó con la presentación de la cantante italiana Roberta Gambarini, siguió con la actuación del poderoso quinteto Lewis Nash, un baterista superlativo, con Rene Rosnes en el piano en una noche inspirada, Peter Washington en el contrabajo, Steve Nelson en el vibráfono y Jimmy Greene en saxo tenor, y terminó con el público vivando a Bebo Valdés, tras un set en el que estuvo acompañado por Paquito D´Rivera en el clarinete y saxo alto, Diego Urcola en la trompeta, Andy Farell en steel pans, Pernell Saturnino en congas, Ralph Irizarri en timbaletas y Oscar Stagnaro en contrabajo eléctrico. En el arranque solo en el piano atacó temas tradicionales como "Lágrimas negras", "Habana", de Ray Tico, verdadero himno a la capital cubana, y un "Bésame mucho" de nostálgico tempo para terminar con "Priquitín Pim-Pom" y "Pan con timba". Un público respetuoso siguió el show de Valdés para despedirlo de pie con la ovación más fuerte de que se tenga memoria en estas diez ediciones del festival que acaba de terminar y que hacen pensar a su organizador Francisco Yobino en el siguiente encuentro.
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