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La Nación, 20 de enero de 1998 | Publicado en edición impresa
Jazz del Nuevo Mundo

 

PUNTA DEL ESTE (De un enviado especial).- Bromista, espontáneo y franco, Paquito D´Rivera hizo las veces de director musical y principal animador del Festival de Jazz del Tambo, en esta ciudad.

Considerado como uno de los brillantes clarinetistas y saxo tenor de la actualidad, consiguió reunir para este encuentro un equilibrado grupo de músicos que logró exponer las tendencias que hoy muestra el jazz.

Sentados en la cómoda Casa de Músicos, utilizada como camarín y sala de ensayo, Paquito cuenta que no es correcto seguir hablando de latin jazz o jazz con raíces afrolatinas.

Sostiene que existe una música del Nuevo Mundo, que el jazz representa a la perfección, y que entre sus planes futuros está el de adelgazar.

"Es el único plan real que tengo en vista", confió a este cronista.

A continuación reproducimos los pasajes sobresalientes de la entrevista:

-Hoy el jazz parece tener influencias latinas como nunca antes. ¿Representa una tendencia permanente o una moda?

-Hay millares de hispanohablantes en los Estados Unidos, uno de los centros de creación jazzera más importantes.

Esto significa que muchos de los músicos que están en la primera línea del jazz tienen influencias latinas que trasuntan en su música. Pues bien, esto no es una moda, es parte de la historia y tiene que ver con la fusión de razas.

Hoy, los Estados Unidos son poliétnicos, policulturales, polimusicales. En realidad son "politodo", a partir del hecho de que tienen un sinnúmero de razas en su sociedad.

Diría, afirmaría -mejor- que existe un jazz del Nuevo Mundo.

Estoy cansado de que se hable de jazz latino. Es jazz y tiene que ver con quien lo toca.

Mis influencias, Norberto Socarrós, Chico O´Farrel, Chaco Paso, el propio Carlos Emilio Morales, que está aquí en el festival, entonces... ¿qué puedes esperar de mí? Bien, que haga música de jazz con mis influencias. También estoy influido por Duke Ellington, pero mamé la música en mi Cuba natal y eso es un hecho.

-¿Pero usted es consciente de que desde su grupo o, por ejemplo, desde el Carabean Jazz Project se influye sobre músicos que no tienen ascendientes latinos?

-Claro, pero en mí han influido músicos puristas de jazz. A ver, mi modo de ver la música es uno solo. Música. En lo que a mí respecta, no trato de influir en nadie en particular, sólo hago lo mío como me gusta. No me la paso recreando melodías cubanas ni caribeñas todo el tiempo.

-¿Cuáles son sus planes en lo inmediato?

-Planes... (piensa). El único seguro es adelgazar. Sucede que aquí me han tratado tan bien que se nota en mi peso y en mi buen ánimo. Pensamos hacer con un trío junto con Gustavo Tabarés y Pablo Singel, música de cámara, que tiene algo de Gershwin, algo de Guastavino y también algo del repertorio de Piazzolla.

Ahí tienes, este músico compone desde sus raíces rioplatenses pero con un sentido amplio, trascendente.

-Acostumbrado a transitar por festivales, ¿qué le pareció éste, en el sur del planeta?

-Bueno, placer puro. Traer mi música hasta aquí es "realmente una felicidad". Junto con Yobino (organizador del encuentro) hemos logrado un excelente nivel musical y una organización sin mácula.

He camino por muchos festivales. Hasta el punto de perder cierto interés; sin embargo, gracias al trato que nos dispensan en esta reunión siento que me ha vuelto el alma al cuerpo.

-Tanto así es...

-Claro, chico, quédate a escucharnos y verás que lo sentimos aquí, en este lugar de tan buen trato se percibe con claridad en nuestra música, en nuestras improvisaciones que representan el estado en están nuestras almas.

 

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