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Vista del recital en Lapataia. |
Es probable que quien escribió este texto y sacó las fotos sea el primer reportero especializado de jazz en Chile. Este es su testimonio de un festival que se realiza anualmente en Punta del Este. Contrariamente a lo que podría creerse, no se trata de un evento local ni una cita para relajarse después de la jornada de playa. El Festival de Lapataia es uno de los más grandes de Sudamerica.
Entre el 4 y el 7 de enero se realizó en Uruguay - en el Tambo "el Sosiego" Lapataia, cerca del suntuoso balneario de Punta del Este- el sexto festival que organiza allí el estanciero y amante del jazz Francisco Yobino. Aunque todo haría pensar que, surgido del capricho de un empresario y realizado en su casa, ese acontecimiento veraniego sólo podría constituir un evento local - con participación de jazzistas uruguayos y a lo más de la vecina república Argentina- , desde su inicio, en enero de 1996, el festival ha logrado convocar - además de los más destacados jazzistas locales, argentinos y brasileños- a lo más granado de la escena jazzística norteamericana. En los cinco veranos anteriores, artistas como Monty Alexander, Kenny Barron, Terence Blanchard, Michael Brecker, Kenny Burreli, Ron Carter, Frank Foster, Benny Golson, Al Grey, Chico Hamilton, Mulgrew Miller, James Moody, Clark Terry, Steve Turré, McCoy Tyner, Frank Wess, Phil Woods y otros de similar estatura han dado lo mejor de sí mismos en el campo de Francisco Yobino.
Mostrando las influencias retroalimentadoras del jazz, el festival de 2001 también incluyó programas afines a esta música. La primera noche estuvo dedicada al Brasil, con el notable dúo de César Camargo Mariano en piano y el extraordinario guitarrista Romero Lubambo, además del acordeonista Sivuca y su banda, de la cantante Joyce y su banda y de una brillante presentación del gran trompetista Claudio Roditi, quien actuó con el director artístico del festival, el sobresaliente saxofonista cubano Paquito D'Rivera. La noche del viernes incluyó primero una presentación del conjunto de vibráfonos, marimbas e instrumentos de percusión "Perceum" de Montevideo, dirigida por el virtuoso vibrafonista norteamericano Dave Samuels, y luego un homenaje a George Gershwin, escrito y dirigido por Paquito D'Rivera, destacando a su mujer Brenda Feliciano y al cantante Midon en las partes vocales y al gran portorriqueño Dave Valentín en flauta, además de su quinteto integrado por los argentinos Diego Urcola en trompeta y Darío Eskenazi en piano, el peruano Oscar Stagnaro en bajo eléctrico y el norteamericano Mark Walker en batería. Sin embargo, la más importante y lograda presentación de música afín al jazz fue sin duda el homenaje a Astor Piazzolla realizado por el "Quinteto Nuevo Tango" del pianista Pablo Ziegler. Fue la repetición de un brillante concierto que hicieron recientemente en el Carnegie Hall de Nueva York con tres invitados estelares: el eximio saxofonista Joe Lovano, Paquito D'Rivera (en un clarinete hecho a mano en Chile por Luis Rossi, clarinetista y artesano argentino avencindado en nuestro país) y el vibrafonista Gary Burton, quien en Punta del Este fue reemplazado por Dave Samuels.
En cuanto al jazz propiamente tal, los aficionados lo pudieron disfrutar con el cuarteto del saxofonista Kenny Garrett - con Carlos McKinney en piano, Nat Reeves en contrabajo y el joven prodigio Marcus Baylor en batería- , con el quinteto del trompetista Nicholas Payton - con Tim Warfield en saxo, Anthony Wonsey en piano, Reuben Rogers en contrabajo y Adonis Rose en batería- y con tres sublimes tríos - el del legendario baterista Roy Haynes- con Christian McBride en contrabajo y el panameño Danilo Pérez (quien se está perfilando como el mejor pianista de jazz de su generación) - el del creativo pianista Cedar Walton (cuya actuación desgraciadamente fue interrumpida por una amenaza de temporal)- , con David Williams en contrabajo, Alvin Queen en batería y con el saxofonista tenor Johnny Griffin como artista invitado - y el del incomparable Kenny Barron en piano- con Rufus Reid en contrabajo y el joven mago de la percusión Lewis Nash en batería. En la "jam session" final se hizo un tributo a Dizzy Gillespie donde participaron todos los músicos presentes, incluyendo a Alex Han, un promisorio saxofonista norteamericano de apenas doce años. De esta manera se completó un notable panorama de pasado, presente y posible futuro de este importante lenguaje musical.
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