POR ALEJANDRO ESPINA

Bebo Valdés en los últimos Grammy Latino

El legendario pianista cubano Bebo Valdés cerrará el Décimo Festival de Jazz de Lapataia que se celebrará en Punta del Este en enero próximo. El artista de 84 años llegará a Uruguay en el momento cumbre de su carrera: su álbum Lágrimas negras –grabado a dúo con el cantaor flamenco El Cigala– es actualmente una de las grabaciones más vendidas en el mundo (en España estuvo 36 semanas entre los 10 discos más vendidos). Valdés, considerado la última leyenda viva de la música cubana, logró en Lágrimas negras lo que la industria discográfica denomina croossover (cuando un músico pasa las fronteras de su público específico y se transforma en estrella masiva). Según el crítico Ben Ratliff, del diario The New York Times, Lágrimas Negras es “el álbum de 2003". En verdad es una joya musical, trabajada a partir de nueve canciones tradicionales del repertorio popular latinoamericano. Valdés, reciente ganador del Grammy Latino por este disco, tocará en Lapataia acompañado por una banda extraordinaria: Oscar Estañaro en bajo, Diego Urcola en trompeta, Andy Narell en steel pan, Pernel Saturnino en percusión cubana, Ralph Irizarri en timbales y Paquito D´Rivera en saxo y clarinete.

Siempre joven. Bebo Valdés acaba de finalizar una gira de conciertos por Los Angeles, Nueva York y Miami. “Yo no tengo proyectos de futuro sino de presente", afirma Valdés. “Yo pienso hacer de todo mientras Dios me dé vida. A mi edad no estoy para hacer planes a largo plazo", dice. Por lo pronto, Bebo Valdés no se detiene a recordar su glorioso pasado: en breve grabará un nuevo disco a dúo con Paco de Lucía. “Me siento a gusto, no tanto por los premios y el éxito que estoy viviendo sino porque estoy orgulloso con lo que hice", afirma.

Bebo Valdés es parte de historia más rica de la música cubana. Nacido el 9 de octubre de 1918 en Quivicán, Cuba, fue director musical del cabaret Tropicana, de La Habana, en las décadas de 1940 y 1950. De joven tocó con Cachao López, con Curbelito, creó el ritmo llamado batango y fue el mentor del mítico cantante Benny Moré. Valdés fue el primer artista cubano en exiliarse cuando Fidel Castro llegó al poder, actitud que le valió varios años de ostracismo. Primero emigró a México, donde la comunidad artística de aquellos años le hizo un vacío. Le fue imposible tocar allí. Finalmente, se estableció en Suecia, decepcionado del país incaico (nunca más volvió a ir. Recientemente lo quisieron contratar por el éxito de Lágrimas negras y no aceptó). Durante más de una década Valdés se ganó la vida en Suecia tocando el piano en hoteles 5 estrellas. Fue Paquito D´Rivera quien lo rescató de un olvido injusto cuando le hizo grabar el álbum Bebo Rides Again, en 1994. Luego de eso el director de cine español Fernando Trueba le produjo varios discos: Blanco y negro, We Could Make Such Beautiful Music Together (a dúo con el violinista uruguayo Federico Britos), el archiconocido Lágrimas negras y más recientemente Bebo de Cuba. Trueba también documentó en su filme Calle 54, de 1999, cuando Bebo tocó en Estocolmo con su hijo Chucho, también célebre pianista, quien nunca dejó Cuba. Hacía 30 años que no se veían. Luego, juntos, grabaron el disco Cuba Jazz.

Bebo Valdés se presentará en el Décimo Festival de Lapataia el domingo 16 de enero, cerrando un evento que promete pasar a la historia como uno de los acontecimientos musicales más importantes de los últimos tiempos, no sólo de Uruguay sino de toda la región. En esta edición el Festival durará 10 días.